西语阅读:《一千零一夜》连载二十七(6)

网络资源 Freekaoyan.com/2008-04-17

Efectivamente, desde que tomaron los primeros bocados, apoderóse de mis compañeros una gula enorme, y estuvieron durante horas y horas devorando cuanto les presentaban; mientras hacían gestos de locos y lanzaban extraordinarios gruñidos de satisfacción.

En tanto que caían en aquel esta­do mis amigos, los hombres desnu­dos llevaron un tazón lleno de cierta pomada con la que untaron todo el cuerpo a mis compañeros, resultan­do asombroso el efecto que hubo de producirle en el vientre., Porque vi que se les dilataba poco a poco en todos sentidos hasta quedar más gor­do que un pellejo inflado. Y su ape­tito aumentó proporcionalmente, y continuaron comiendo sin tregua, mientras yo les miraba asustado al ver que no se llenaba su vientre nunca.

Por lo que a mí respecta, persistí en no tocar aquellos manjares, y me negué a que me untaran con la po­mada al ver el efecto que produjo en mis compañeros. Y en verdad que mi sobriedad fue provechosa, porque averigüé que aquellos hom­bres desnudos comían carne huma­na, y empleaban diversos medios pa­ra cebar a los hombres que caían entre sus manos y hacer de tal suer­te más tierna y mas jugosa su carne. En cuanto al rey de estos antropó­fagos, descubrí que era ogro. Todos los días le servían asado un hombre cebado por aquel método; a los de­más no les gustaba el asado y co­mían la carne humana al natural, sin ningún aderezó.

Ante tan triste descubrimiento, mi ansiedad sobre mi suerte y la de mis compañeros no conoció límites cuando advertí en seguida una dis­minución notable de la inteligencia de mis camaradas, a medida que se hinchaba su vientre y engordaba su individuo. Acabaron por embrute­cerse del todo a fuerza de comer, y cuando tuvieron el aspecto de unas bestias buenas para el matadero, se les confió a la vigilancia de un pastor que a diario les llevaba a pacer en el prado.

En cuanto a mí, por una parte el hambre, y el miedo por otra, hicieron de mi persona la sombra de mí mismo y la carne se me secó enci­ma del hueso. Así, es que, cuando los indígenas de la isla me vieron tan delgado y seco, no se ocuparon ya de mí y me olvidaron enteramen­te, juzgándome sin duda indigno de servirme asado ni siquiera a la pa­rrilla ante su rey.

Tal falta de vigilancia por parte de aquellos insulares negros y des­nudos, me permitió un día alejarme de su vivienda y marchar en direc­ción opuesta a ella. En el camino me encontré al pastor que llevaba a pacer a mis desgraciados compañe­ros, embrutecidos por culpa de su vientre. Me di prisa, a esconderme entre las hierbas altas, andando y corriendo para perderlos de vista, pues su aspecto me producía tortu­ras y tristeza.

Ya se había puesto el sol, y yo no dejaba de andar. Continué camino adelante, toda la noche sin sentir ne­cesidad de dormir, porque me despa­bilaba el miedo de caer en manos de los negros comedores de carne humana. Y anduve aún durante todo el otro día, y también los seis siguientes, sin perder más que el tiempo necesario para hacer una co­mida diaria que me permitiese seguir mi carrera en pos de lo desconocido. Y por todo alimento Cogía hierbas y me comía las indispensables para no sucumbir de hambre.

Al amanecer del octavo día...

En este momento de su narración, Schahrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente.

PERO CUANDO LLEGó LA 303 NOCHE

Ella dijo:

...Al amanecer del octavo día llegué a la orilla opuesta de la isla y me encontré con hombres como yo, blancos y vestidos con trajes, que se ocupaban en quitar granos de pimienta de los árboles de que estaba cubierta aquella región. Cuan­do me advirtieron, se agruparon en torno mío y me hablaron en mi len­gua, el árabe, que no escuchaba yo desde hacia tiempo. Me preguntaron quién era y de dónde venía. Contes­té: “¡Oh buenas gentes, soy un pobre extranjero!” Y les enumeré cuan­tas desgracias y peligros había ex­perimentado. Mi relato les asombró maravillosamente, y me felicitaron por haber podido escapar de los de­voradores de carne humana; me ofre­cieron de comer y de beber, me de­jaron reposar una hora y después me llevaron a su barca para presen­tarme a su rey, cuya residencia se hallaba en otra isla vecina.


相关话题/

  • 领限时大额优惠券,享本站正版考研考试资料!
    大额优惠券
    优惠券领取后72小时内有效,10万种最新考研考试考证类电子打印资料任你选。涵盖全国500余所院校考研专业课、200多种职业资格考试、1100多种经典教材,产品类型包含电子书、题库、全套资料以及视频,无论您是考研复习、考证刷题,还是考前冲刺等,不同类型的产品可满足您学习上的不同需求。 ...
    本站小编 Free壹佰分学习网 2022-09-19