西语阅读:《一千零一夜》连载二十二(3)

网络资源 Freekaoyan.com/2008-04-17

La niña no tardó en volver a su casa, y la madre, al verle sus vesti­dos en desorden lanzó un grito. Y se cayó al suelo, desmayada de dolor y de ira. Pero cuando vol­vió en sí, como la cosa era irre­parable, tomó todas las precauciones para arreglar el asunto, y sobre todo para que su esposo no supiera la desgracia. Y tal maña se dio, que pudo conseguirlo. Transcurrieron dos meses y aquella mujer acabó por encontrarme, y no dejaba de hacer­me regalitos para obligarme a volver a la casa. Pero cuando volví no se habló para nada de la cosa, y siguie­ron ocultándoselo al padre, que se­guramente me habría matado, y ni la madre ni nadie me deseaba mal alguno, pues todos me querían mu­cho.

Dos meses después la madre con­siguió poner en relaciones a su hija con un joven barbero, que era el barbero de su padre, y con tal moti­vo iba mucho a casa. Y la madre le dio un buen dote de su peculio particular y le hizo un buen equipo. En seguida llamaron al barbero, que se presentó con todos sus instru­mentos. Y el barbero me ató y con­virtióme en eunuco. Y se celebró la ceremonia del casamiento, y yo que­dé de eunuco de mi amita, y desde entones tuve que ir precediéndola por todas partes, cuando iba al zoco, o cuando iba de visitas o a casa de su padre. Y la madre hizo las cosas tan discretamente, que nadie supo nada de la historia, ni el novio, ni los parientes, ni los amigos.

Desde entonces viví con mii amita en casa de su marido el barbero. De modo que sin peligro y sin des­pertar sospechas pude seguir vivien­do con mi ama, hasta que murie­ron ella, su marido y sus padres. Entonces pasaron a mí todos los bie­nes, y llegué a ser eunuco de palacio, igual que vosotros, ¡oh mis herma­nos negros!' Tal es la causa de que me mutilaran. Y ahora, la paz sea con vosotros.”

Dicho lo que antecede, el negro Sauab se calló, y el segundo negro, Kafur, tomó la palabra y dijo:

HISTORIA DEL NEGRO KAFUR, SEGUNDO EUNUCO SUDANÉS

“Sabed, oh hermanos! que cuan­do sólo tenía ocho años de edad era ya tan experto en el arte de mentir, que cada año soltaba una mentira tan gorda que mi amo el mercader se caía de espaldas. Así es que el mercader, quiso deshacerse de mí cuando antes, y me puso en ma­nos del pregonero, para que anun­ciase mi venta en el zoco, diciendo: ¿Quién quiere comprar un negrito con todo su vicio?” Y el pregonero me llevó por todos los zocos, di­ciendo lo que le habían encargado. Y un buen hombre de entre los mercaderes del zoco no tardó en acercarse, y preguntó al pregonero: ¿Y cuál es el vicio de este negrito?” Y el otro contestó: “El de decir una sola mentira cada año.” Y el mercader insistió: “¿Y qué precio piden por ese negrito con su vicio?” A lo cual contesto el prego­nero: “Sólo seiscientos dracmas.” Y dijo el mercader: “Lo tomo, y te doy veinte dracmas de corretaje.” Y en el acto se reunieron los testi­gos, de la venta y se hizo el con­trato entre el pregonero y el merca­der. Entonces el pregonero me llevó a la casa de mi nuevo amo, cobró el precio de la venta y el corretaje, y se marchó.

Mi amo me vistió decentemente con ropa a mi medida, y permanecí en su casa el resto del año, sin que ocurriera ningún incidente. Pero empezó otro año y se anunció como bendito en cuanto a la recolección y la fertilidad. Los mecaderes le festejaban con banquetes en los jar­dines, y cada, uno pagaba a su vez los gastos del convite, hasta que le tocó a mi amo. Entonces mi amo invitó a los mercaderes a comer en un jardín de las afueras de la ciudad, y mandó llevar allí comesti­bles y bebidas en abundancia, y todos estuvieron comiendo y bebien­do desde por la mañana hasta el mediodía. Pero entonces recordó mi amo que había dejado olvidada una cosa, y me dijo: “¡Oh, mi esclavo! monta en la mula, ve a casa para pedirle a tu ama tal cosa, y vuelve en seguida.” Yo obedecí la orden y me dirigí apresuradamente a la casa.

Y al llegar cerca de ella empecé a dar agudos chillidos y a verter abundantes lagrimones. Y me rodeó un gran grupo de vecinos de la calle y del barrio, grandes. y chicos. Y las mujeres, asomándose a las puertas y ventanas, me miraban asustadas, y mi ama, que oyó mis gritos, bajó a abrirme, acompañada de sus hijas. Y todas me pregun­taron qué ocurría. Y yo contesté llorando: “Mi amo estaba en el jar­dín con los convidados, se ausentó para evacuar una necesidad junto a la pared, y la pared se vino abajo, sepultándole entre los escombros. Y yo he montado en seguida en la mula, y he venido a todo correr a enteraros de la desgracia.”

Cuando la mujer y las hijas oye­ron mis palabras se pusieron a dar agudos gritos, a desgarrarse los vesti­dos y a darse golpes en la cara y en la cabeza, y todos los vecinos acudieron y las rodearon. Después, mi ama, en señal de luto (como suele hacerse cuando muere inespe­radamente el cabeza de familia), empezó a destrozar la casa, a des­truir muebles, a tirarlos por las ven­tanas, a romper todo lo rompible y a arrancar ventanas y puertas. Luego mandó pintar de azul las paredes y echar encima de ellas paletadas de barro. Y me dijo: “¡Mi­serable Kafur! ¿Qué haces ahí inmó­vil? Ven a ayudarme a romper estos armarios, a destruir estos utensilios y hacer trizas esta vajilla.” Y yo, sin esperar a que me lo dijera dos veces, me apresuré a destrozarlo todo, armarios, muebles y cristale­ría; quemé alfombras, camas, corti­nas y almohadones, y después la emprendí con la casa, asolando techos y paredes. Y entretanto, no dejaba de lamentarme y de clamar: “¡Pobre amo mío! ¡Ay mi desgra­ciado amo!”­

Después mi ama y sus hijas se quitaron los velos, y con la cara descubierta y todo el pelo suelto, salieron a la calle. Y me dijeron: ¡Oh Kafur! Ve delante de nosotras para enseñarnos el camino. Llévanos al sitio en que tu amo quedó sepul­tado bajo los escombros. Porque hemos de colocar su cadáver en el féretro, llevarlo a casa y celebrar los debidos funerales.” Y yo eché a andar delante de ellas, gritando: ¡Oh mi pobre amo”' Y todo el mundo nos seguía. Y las mujeres, llevaban descubierto el rostro y la cabellera desmelenada. Y todas ge­mías y gritaban, llenas de desespe­ración. Poco a poco se aumentó la comitiva con todos los vecinos de las calles que atravesábamos, hom­bres, mujeres, niños, muchachas y viejas. Y todos se golpeaban la cara y lloraban desesperadamente. Y yo me divertía haciéndoles dar la vuelta a la ciudad y atravesar todas las calles, y los transeúntes pregunta­ban la causa de todo aquello y se les contaba lo que me habían oído decir, y entonces clamaban: “¡No hay fuerza ni poder más que en Alah, Altísimo, Omnipotente!”

Y alguien aconsejó a mi ama que fuese a casa de walí y le refiriese lo ocurrido. Y todos marcharon a casa del walí, mientras que yo pre­textaba que me iba al jardín en cuyas ruinas estaba sepultado mi amo.”

  En este momento de su narración, Schahrazada vio aparecerla mañana y se calló discretamente.

相关话题/

  • 领限时大额优惠券,享本站正版考研考试资料!
    大额优惠券
    优惠券领取后72小时内有效,10万种最新考研考试考证类电子打印资料任你选。涵盖全国500余所院校考研专业课、200多种职业资格考试、1100多种经典教材,产品类型包含电子书、题库、全套资料以及视频,无论您是考研复习、考证刷题,还是考前冲刺等,不同类型的产品可满足您学习上的不同需求。 ...
    本站小编 Free壹佰分学习网 2022-09-19